Historia de la publicidad: Origen y evolución

La publicidad es el arte de conseguir que las personas compren cosas que no necesitan de formas creativas. Desde productos extremadamente caros, hasta lo más barato, pero llamativo para una persona común y corriente ¿Lo sabías? Volvamos atrás para ver la historia de la publicidad.

 

En un principio, la publicidad, tal como lo comprendemos, no era la misma, puesto que la finalidad de esta era netamente informativa pero interesada. Es decir, casi como una noticia o un mensaje público. 

Como en el siglo I, con Julio Cesar como cónsul, existía la costumbre de exhibir en el foro las acta diurna, donde se informaba de los temas de interés público. Por otra parte, también estaban los antiguos chinos que también hacían lo mismo alrededor del siglo VII, como la mayoría de ciudades en la Europa de edad media, tenían su pregonero, en otras palabras, esa persona que ponía al tanto a los vecinos del barrio.

 

Este era como una clase de noticiero o cartelón de anuncios donde se dictaban en verso las últimas noticias del momento, donde se anunciaban leyes por parte de los gobernantes y los mercaderes ponían a conocimiento público su mercancía.

 

 

Entonces… ¿Cuál fue el primer anuncio de la historia?

 

Se tiene conocimiento que la primera publicidad o anuncio de la historia data del año 1000 A.C. Está escrito sobre papiro y proviene de Egipto, este aún puede apreciarse en el museo británico, anteriormente expuesto en la plaza de la ciudad de Tebas.

 

Este anuncio dice:

 

“Habiendo escapado el esclavo Shem de su dueño Hapu, el tejedor, se invita a todos los buenos ciudadanos de Tebas a que lo busquen y encuentren. El esclavo es un hitita de cinco pies de alto, constitución robusta y ojos castaños. Se ofrece media pieza de oro a quien informe sobre su paradero; y a quien lo devuelva a la tienda de Hapu, donde se tejen las bellas telas al gusto del cliente, se dará una pieza entera de oro.”

 

 

¡Así es, el primer anuncio de la historia fue para buscar un esclavo prófugo!

Publicidad en la Antigüedad

 

En épocas remotas, los anuncios se usaban mayor o únicamente para que los comerciantes hagan conocer la mercancía con la cual contaban en el momento de forma masiva o particularmente cuando alguien buscaba algo en forma específica y lo usaba mediante el pregonero. Esto era de uso común en lugares como Grecia y Roma. Donde los anuncios ambulantes comenzaban a circular por primera vez. Por ejemplo, los primeros “profesionales” usaban este método para darse a conocer, a gritos por la calle, los barberos, zapateros, astrólogos, etc.

En el siglo XV, con la aparición de la imprenta fue cuando la situación comenzó a evolucionar y tomar nuevos rumbos en la publicidad tal cual. Esta dio paso al nacimiento de la prensa escrita, que junto al boom de novedades como el café, el chocolate y el té comenzaron a revolucionar los siglos XVI y XVII.

También existían, sobre todo en España del siglo XVII,  todo tipo de hojas volantes, relatos y avisos, que informaban acerca oportunidades, festejos y posibilidades, todo ello mezclado con noticias, incluidas las del corazón:

 

“Don Fernando Ruiz Contreras se casa con la condesa de Lapilla. Es navarra, moza de veinticinco años, mujer rica y hermosa y sobre todo paridera, que es lo que quiere don Fernando para tener sucesión.”

 

 

Junto a estos curiosos anuncios también llegaron los clásicos empleos como exterminadores, zapateros, cómicos, mozos de cuerda, etc. Tiempo después, los famosos mercurios o periódicos de noticias generales, estaban repletos de publicidad, con tanto éxito que lograron abrir sucursales.

Evolución de la publicidad 

 

La publicidad en sí, comenzó a satisfacer las necesidades de las personas, su curiosidad. Es más, a la gente le interesaba más la publicidad que la noticia en sí, puesto que esta misma era más novedosa para la gente.

“A mediados del XVIII el escritor inglés Samuel Johnson decía que los anuncios de la prensa eran tan numerosos que si se quería que surtieran efecto era preciso exagerar la nota y hacer promesas atrayentes.”

La publicidad se comenzó a apoderar de los espacios urbanos, llegó incluso a controlar las páginas de los diarios más influyentes. Llegaron a usar caballos para los primeros anuncios “montados a carro” de la historia. A finales del siglo XIX, la publicidad subliminal comenzó a hacer su aparición, un método muy utilizado hoy en día.

 

Por ejemplo:

 

“En los diarios de Madrid, apareció en los periódicos un anuncio enigmático: el número 27 en tamaño enorme, todo de negro. No se daba pista alguna, nadie sabía de qué se trataba. Aunque enseguida se supo que el anuncio aludía a la apertura de una tienda en el número 27 de la calle de Fuencarral.”

 

Finalmente, la publicidad comenzó a escalar más en la sociedad a principios del siglo XX. Esto se debe a que comenzaron a crearse las primeras agencias de publicidad de la historia, en las principales ciudades alrededor de todo el mundo.

 

La publicidad ha encontrado la forma de renovarse y mantenerse vigente constantemente, a través de los diferentes fenómenos que la historia nos ha presentado. La radio, la televisión, el internet y las activaciones, son claros ejemplos de cómo esto sucede hasta el día de hoy, con la misma o mejor efectividad que desde sus orígenes en la humanidad.